sábado, 23 de junio de 2012

LA COMIDA EN NIÑOS ESCOLARES


UN DESAYUNO IDEAL DESDE LAS NEUROCIENCIAS


Dra. Amanda Céspedes y Equipo Inasmed 


La mensajería neuronal, llevada a cabo en la sinapsis depende de la calidad y balance de los distintos neurotransmisores y neuromoduladores. Si estos provienen de la alimentación, resulta natural pensar que el balance y la calidad de tales mensajeros, depende de la calidad y balance de la alimentación. En otras palabras: “dime qué comes y te diré cómo eres”. Neurotransmisores y neuromoduladores provienen de los aminoácidos los cuales a su vez provienen de las proteínas y de los hidratos de carbono. Los hidratos de carbono pueden ser simples: sacarosa, fructosa o complejos, también conocidos como polisacáridos. Es conveniente privilegiar el consumo de polisacáridos ya que los hidratos de carbono simple provocan una carga de insulina muy rápida dejando a la persona en hipoglicemia (fatiga física, irritabilidad y desánimo) y provocando una mayor apetencia por carbohidratos. Los hidratos de carbono complejos están representados, entre otros, por las harinas integrales, arroz integral, quínoa, etc.


Los aminoácidos son la base para sintetizar serotonina y dopamina. La primera se sintetiza a partir del triptófano, mientras que la dopamina lo hace a partir de la tirosina. Ciertos alimentos provocan una carga de serotonina rápida (similar a la carga insulínica rápida), con la consiguiente euforia que cae rápidamente a un “bajón” de modo que el organismo volverá a necesitar triptófano. Estos alimentos son: golosinas, chocolates con bajo porcentaje de cacao, helados, pasteles, galletas dulces, etc. 


Entonces, el secreto está en producir una carga suave y gradual de la serotonina con el consiguiente ánimo estable durante el día. Los siguientes alimentos proporcionan triptófano de carga suave: espinacas, nueces, dátiles, avellanas, plátanos, avena, arroz integral, quesos cheddar y gruyere y carnes blancas.


La tirosina proveniente de ciertos alimentos puede también provocar un alza rápida y brusca de la dopamina con la consiguiente euforia, “andar a mil”, hiperventilado, seguida de un brusco “bajón”. Los siguientes alimentos provocan este efecto: bebidas cola, bebidas energizantes, café en exceso, drogas psicoestimulantes (ej: extasis, cocaína). Por el contario, hay alimentos que proveen de tirosina de un modo tal que provocará una suave alza de la dopamina durante el día, con el consiguiente entusiasmo y buena administración intelectual por muchas horas. Estos alimentos son: espinacas, tomates, paltas, ciruelas, plátanos, germen de trigo, mozzarella, parmesano, tofu y soya en sus distintas variedades.


AHORA PODEMOS ARMAR UN DESAYUNO IDEAL


Una taza de café o té, acompañada de un trozo de queso cheddar o gruyere más un trozo de mozarella o parmesano, un trozo de tofu, un plátano, una palta sobre un trozo de pan integral y un yogurt con germen de trigo o avena y algunos frutos secos.